marzo 07, 2003

Sola, Herida y Vencida

Sola, herida y vencida,
recojo poco a poco pedazos de mi vida
creyendo que este sueño no es una pesadilla, 
que ya abriré los ojos, que duermo todavía.

Sola, herida y vencida,
mirando que a lo lejos su amor se debilita,
derramando mi llanto por la crueldad vivida
porque su amor no existe y es sólo una mentira.

Sola, herida y vencida,
sintiendo como quedo sin nadie en compañía,
viéndome llena el alma de múltiples heridas, 
descubriendo la forma en que me venció la vida. 

Sola, herida y vencida,
deseando que esto pase, que no me vuelva encima
a taladrarme el alma con muchas más mentiras,
a no robar mis sueños, mis noches y mis días.

Sola, herida y vencida, 
sólo le pido a Cristo su dulce compañía,
sentir su mano santa curando mis heridas
y que nunca más diga que me siento vencida.

Sola, herida y vencida,
vuelvo a los pies de Cristo, me humillo arrepentida,
le entrego mis dolores, soledades y heridas,
le pido con vehemencia: "devuélveme la vida".

Sola, herida y vencida,
ya siento que me escucha, que vuelve a mí la vida,
que rompe mis silencios, devuelve mi alegría,
que acaba con mi llanto, que siento todavía.

Ya no me siento sola, ya no me siento herida,
no siento que me vencen, hoy tengo nueva vida
porque Jesús renueva a todos cada día
y nunca más me deja sola, herida y vencida.